viernes, 16 de abril de 2010

GASTRITIS



Se le denomina gastritis a la inflamación de la mucosa gástrica, que en la culodia explota, presentándose en diversas formas de imágenes rojizas en flama o como hemorragias subepitelial[1] s. Sin embargo, el diagnóstico de certeza es mediante un estudio histopatológico de la biopsia de mucosa gástrica previamente extraída de la exploración endoscopica. Es posible que sólo una parte del estómago esté afectada o que lo esté toda la esfera gástrica. Son varias las causas, como los malos hábitos alimenticios, el estrés, el abuso en el consumo de analgésicos (aspirina, piroxicam, indometacina, etc.) o la infección por la infección por Helicobacter pylori.

Síntomas
En ocasiones no se presentan síntomas pero lo más habitual es que se produzca ardor o dolor en el
epigastrio, acompañado de náuseas, mareos, etc. Es frecuente encontrar síntomas relacionados al reflujo gastroesofágico, como la acidez de estómago. Los ardores en el epigastrio suelen ceder a corto plazo con la ingesta de alimentos, sobre todo leche. Pero, unas dos horas tras la ingesta, los alimentos pasan al duodeno y el ácido clorhídrico secretado para la digestión queda en el estómago, lo que hace que se agudicen los síntomas[2] . También puede aparecer dolor abdominal en la parte superior (que puede empeorar al comer), indigestión abdominal, pérdida del apetito, vómitos con sangre o con un material similar a granos de café, y heces oscuras.

Las causas menos comunes son:
Trastornos autoinmunitarios (como anemia perniciosa)
Reflujo de
bilis hacia el estómago (reflujo biliar)
Ingerir o beber sustancias corrosivas o cáusticas (como las sustancias tóxicas)
Exceso de secreción de
ácido gástrico (como el ocasionado por el estrés)
Infección viral, especialmente en personas con un sistema inmunitario débil

TRATAMIENTO

El tratamiento depende de la causa específica. Algunas de las causas desaparecerán con el tiempo. Se puede recomendar el uso de medicamentos para neutralizar el ácido estomacal o disminuir su producción.

Diagnóstico
El
diagnóstico se realiza por medio de la endoscopia del aparato digestivo superior[4] . En el examen de los tejidos (histopatológicamente) se observa infiltración de polimorfonucleares (glóbulos blancos).

Clasificación
La clasificación de la gastritis se basa en la evolución, histología y la
patogenia.
Clasificación de las gastritis:
I. Gastritis aguda
A. Infección aguda por H. pylori
[5]
B. Otras gastritis infecciosas agudas
1.
Bacteriana (aparte de H. pylori)
2. Helicobacter helmanni
3. Flegmonosa
4.
Micobacterias
5.
Sífilis
6.
Víricas
7.
Parasitarias
8.
Fúngicas

II. Gastritis atrófica crónica
A. Tipo A:
autoinmunitaria, predominante en el cuerpo del estómago.
B. Tipo B: relacionada con H. pylori, predominante en el antro del estómago.
C. Química (producida por agentes
antiinflamatorios, alcohol, estrés, tabaco)
III. Formas poco frecuentes de gastritis
A. Linfocítica
B. Eosinófila
C.
Enfermedad de Crohn
D.
Sarcoidosis
E. Gastritis granulo matosa aislada
Las causas más frecuentes de gastritis aguda son infecciosas. La infección aguda por H. pylori induce gastritis. La gastritis por H. pylori se describe como un cuadro de presentación brusca con dolor epigástrico y algunas veces náuseas y vómitos. También se demuestra un intenso infiltrado de
Neutrofilos con edema e hiperemia en el estudio histológico. Si este cuadro no se trata con un nivel de atención de primero y segundo nivel, avanzará a gastritis crónica.
Después de la infección aguda por H. pylori se puede producir una
hipoclorhidria de más de un año de duración.

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